BRACLI
En 1996 Luis Álvarez diseñó y patentó una prenda singular que tiene unas características que la hacen única, diferente a las demás conocidas. Por ello, había que darle nombre a algo que, hasta entonces, no existía y así nació BRACLI para nombrar a una “prenda íntima femenina con efectos de estimulación sexual”.
El diseño une dos elementos atractivos y tentadores: joyería y lencería. Lujo e intimidad, una fórmula perfecta para la seducción. Pero, además, se crea un elemento nuevo y mágico a la fórmula: la imaginación. Esto es que nos provoca fantasías, nos hace imaginar unas experiencias placenteras que son el verdadero poder estimulante de esta creación: ¡Bracli invita a imaginar!
El juego se inicia en secreto, un secreto íntimo que puede ser compartido, todos los intervinientes participarán de lo excitante de esta experiencia. El placer tiene su máxima expresión cuando se transmite, cuando transciende de una persona a otra.
Esta creación aporta un elemento ilusionante que abre las expectativas placenteras a todas las actividades, cotidianas o no, de la mujer. Así, un paseo por las calles, una jornada de compras, una charla con los amigos, un viaje, conducir, subir escaleras, una cena romántica, tu trabajo cotidiano…. todo es diferente si se hace llevando Bracli en tu intimidad.
La razón está en el suave pero efectivo masaje que produce el roce de un collar de perlas que se ha situado en las partes más sensibles de la mujer y todo ocurre de una forma muy sutil y agradable donde, como en la música, los tempos pasan de un ritmo “tranquillo”a “afettuoso” hasta el “allegro”…. Estas vivencias no harán más que acumular unos recuerdos satisfactorios que invitarán a nuevas aventuras, nuevas historias en un constante preludio de sensaciones…
Todas y cada una de las prendas Bracli han sido diseñadas para atraer la atención tanto por su utilidad como por su estilismo seductor y elegante, atrevido y provocador de intenciones.
Los guionistas de la serie “Sexo en Nueva York” vieron este potencial de “exclusivo regalo” en Bracli cuando lo eligieron para que fuera la sorpresa que el millonario le regala a Samantha en su jet privado con una intención evidente: él sería partícipe de ese regalo, compartiría con su amante esa agradable experiencia que ya se había iniciado cuando descubrió que las perlas sirven para algo más que para ser admiradas …